domingo, 4 de octubre de 2009

La casa era grande y espaciosa, se dirigió a la cocina y él la siguió detrás, cuando le miró estaba completamente empapado tal como lo estaba ella, era una situación tan absurda pero a la vez tan bonita, unos “10 minutos” que no volvería a vivir con nadie, unos 10 minutos que los recordaría siempre como el comienzo de algo muy grande.
-¿Dónde tienes las medicinas?Él inclinó la barbilla y le indicó la dirección. Carla cogió lo necesario para curarle la herida y volvió a dejar la caja en su sitio. Se puso de puntillas para poder llegar a él, de tal manera que estaban de nuevo uno frente a otro, con el mismo cruce de miradas, todo era exactamente igual que hace unos minutos, la diferencia es que ahora el sentimiento había aumentado todavía más. Ella sabía que el la estaba mirando, examinando una a una sus pestañas, mirando sus labios, al hacer esto él se mordió los suyos y dejo caer la mirada en el suelo.-¿has terminado ya?
-si, ya esta casiEn ese momento Carla tuvo un escalofrío y Luis se dio cuenta.-¿tienes frío?
-suele pasar cuando la ropa está mojadaDio un paso atrás, y se desabrochó uno por uno cada botón de su blusa azul, por un momento Carla no quería que se la quitara, le quedaba tan bien a su color de piel… pero cuando se desabrochó el último botón creía que estaba soñando despierta, no podía ser real, no podía existir un cuerpo tan perfecto, y por supuesto eso sumo un punto para que a Carla le gustara más. El extendió el brazo y se la entregó en su mano, ella se quedó callada sin poder decir nada.-bueno… allí hay un baño por si te da vergüenzaInmediatamente Carla volvió al mundo real, ahora ya no tenía apenas frío, pestañeó dos veces y se metió en el cuarto de baño, se quitó la ropa mojada y se puso la blusa de Luis, olía exactamente como él.
-¿Dónde dejo la ropa mojada?Carla llevaba el pelo mojado cogido por una pinza, la blusa le llegaba por encima de las rodillas, y tenía su falda y su camiseta en la mano.
-ven por aquíLlegaron a una terracita, con un sofá de cojines blancos que daba a la parte de atrás del jardín, se podían ver todas las estrellas, ella dejó su ropa en los brazos del sofá y después se sentaron.
-¿eres buena curando heridas eh?-¿ahora soy yo la héroe o que?
-como quieras…si quieres hacemos un intercambio de papeles, aunque no se podría…
-¿Cómo que no?
-Si tú eres el héroe yo tendría que ser tuyo .
Ella giró la cabeza y frunció el ceño.
-yo he sido tuyo desde que te conocí tontitaCarla le miró con timidez y luego le sonrió, él alargó su brazo arropándola con sus hombros y la atrajo a el dulcemente, entonces le empezó a acariciar suavemente el brazo hasta que llego a su mano y le acaricio los dedos, y finalmente le agarró la mano.
Luego acercó su boca hacia su oído, rozándolo con sus labios.
-Yo te prometo que seré tuyo para siempre si tú me prometes que serás mía al menos durante un día
-un día es demasiado tiempo Se sonrieron y hubo un cruce de miradas.
-entonces 10 minutos
-¿Por qué solo 10?
-en el primero te digo que te quiero, en el 2 te lo demuestro, y en los 6 que vienen después intentaré enamorarte.
-¿y él último minuto? ¿Qué vas a hacer?
-estarás tan enamorada, que te dará igual que te lo demuestre sin palabras..

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